jueves, 28 de mayo de 2009

Mar


Mar

Pedazos de tu esencia
Permanecen dormidos sobre la almohada

Trozos de tu piel desprendidos
Exhalan tu aroma por las noches

El eco de tus palabras
Aún resuena contra las paredes

Tu voz aún está impregnada
En el pentagrama de los muros

Los trazos de tu piel sobre la mía
Son estelas visibles en la carne

Fosforescentes se encienden
Y arden a través de las arterias

Tus dedos entre los míos
Siguen rozando mis yemas

Los crujidos de tus articulaciones
Siguen haciendo crujir las mías

El peso de tu cuerpo
Presiona contra el mío intermitente

La fuerza de tus brazos
Continúa doblegando mis extremidades

El calor de tu aliento en mi cuello
Me estremece y me embriaga

¿Quién podría creer entonces
Que te marchaste?

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